El Coaching llego formar parte de mi vida personal y profesional de una manera totalmente casual.
Estaba estudiando PNL y me ofrecieron una formación de Coaching muy interesante, además con una metodología innovadora, así que me llamó mucho la atención y decidí echar una mirada a este concepto vanguardista y aprender lo que pudiera de esta técnica. Cuál fue mi sorpresa, ya que me pareció muy práctico, sencillo y efectivo. Así que seguí investigando el tema y formándome en ello.
Una de las experiencias más abrumadoras que he tenido con esta disciplina ha sido algo personal e impactante, porque lejos de ser algo superficial o un medio únicamente dirigido a la consecución de objetivos, me cambió la vida y la idea de lo que podía hacer el Coaching por las personas.
Hace un par de años tenía varios proyectos entre los cuales estaba el desarrollar técnicas de Coaching únicas, viajar a Estados Unidos para embarcarme en un desarrollo espiritual personal y ser referente de una marca personal exitosa en el mundo de las Empresas. De una manera un tanto ingenua, desarrollé un plan de acción para lograr mis metas con las herramientas de Coaching que había aprendido; herramientas que llamaban “mágicas”. Generalmente he sido bastante pragmática en mis acciones y decisiones, así que tampoco hice mucho caso de esta “magia” que le atribuían al desarrollo de este plan para alcanzar mi meta.
Desarrollé todo el proceso de Coaching, añadiendo cada detalle específicamente tal como hay que hacerlo y pasado un mes, estuve involucrada en otras tareas que me absorbieron por completo.
Continué trabajando y avanzando en mis trabajos diarios, olvidándome un poco de mi gran plan y centrándome en las situaciones que tenía que resolver y de las que tenía que ocuparme profesionalmente.
Pasó un año y un día encontré en un cajón de mi escritorio unos folios doblados, los desplegué y vi que se trataba de mi plan de acción en escala para lograr mis metas. Me quedé atónita. Ya las había logrado. Sin esfuerzo, sin darme cuenta y sin pensar en ello constantemente.
Así es como impactó el Coaching en mi vida…, directo pero suave, efectivo pero sin esfuerzo…, técnico pero hermoso; en definitiva mágico…
Susana Sardón Rey
Coach personal